Trasfondo Histórico

La academia ministerial de la gracia debe su historia a una serie de conferencias anuales que comenzaron a celebrarse en la Iglesia Bautista de la Gracia, Santiago, Republica Dominicana, en el año 1988, con la mira de expandir las doctrinas de la gracia en todas las iglesias, sin importar su denominación.

Con el paso del tiempo se observó que las conferencias anuales no obtenían el alcance deseado. Por lo tanto, a inicios de la década del 2,000 se preguntó a los pastores que participaban de estas conferencias si estaban interesados en una instrucción más continua y formal. Más de 30 pastores se mostraron interesados.

Para este mismo tiempo, el Pastor Jeff Smith comenzaba a impartir unos módulos teológicos en la iglesia bautista reformada del pacto, Easley, Carolina del sur, donde se impartiría un módulo por año. El Pastor Oscar Arocha, Pastor de la Iglesia Bautista de la Gracia, con una visión futura, preguntó si era posible impartir esos módulos en Santiago, Republica Dominicana, pero con una frecuencia mayor, es decir, 4 veces al año. Después de evaluarse logística y económicamente el proyecto, se procedió y en el año 2002 se comenzó la instrucción con unos 15 pastores. Para el año 2006, se celebró la primera graduación, donde se graduaron unos 23 hermanos.

Pero el plan o visión no se detendría aquí con esta graduación. Cuatro de los graduandos más sobresalientes de esa primera promoción fueron escogidos para comenzar un segundo ciclo de enseñanza. Estos planes dieron origen a la semilla de la Academia Ministerial de la Gracia (AMG), la cual germinaría tres años después, es decir, en el año 2009.

Habiéndose hecho un plan de trabajo para ser desarrollado de manera interna en la ciudad de Santiago y de forma intensiva (seis a ocho meses), comenzó el segundo ciclo, donde estudiantes diferentes lugares de América latina, entre ellos, Panamá, Perú, Colombia, Puerto Rico, Ecuador, Cuba y Republica Dominicana asistieron y concluyeron sus estudios.

Hasta aquí las muchas misericordias de Dios nos han sustentado y dichas misericordias pasadas alimentan nuestra fe en al gracia venidera de Dios, a quien oramos para que permita que este proyecto pueda ser un instrumento para que Su nombre sea exaltado en la expansión de la sana doctrina en toda América latina. “A él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén”. Efesios 3:21